Jacklyn Garcia

Nacida y criada en Nueva York, siempre me han atraído las experiencias de los inmigrantes. Tardé en darme cuenta de que esa pasión me llevaría al derecho de inmigración. En retrospectiva, mis amigos lo vieron venir mucho antes que yo.

En la preparatoria, mi diverso grupo de amigos -al que mis padres apodaban cariñosamente «las Naciones Unidas»- se encontró de repente dividido. Algunos podían solicitar permisos de conducir y ayudas económicas, mientras que otros se enfrentaban a barreras debido a su estatus migratorio.

Entonces llegó la conversación nacional sobre lo que las políticas del presidente Obama podrían significar para los Dreamers, y todo encajó. Estudié Sociología y Español en la Universidad de Quinnipiac, centrándome en la inmigración y los derechos de la mujer. Durante ese tiempo, también adquirí experiencia práctica en una agencia de reasentamiento de refugiados.

Después de graduarme en 2013, me mudé a Austin y trabajé como miembro de AmeriCorps en Casa Marianella, un refugio para inmigrantes y solicitantes de asilo. Allí conecté realmente con la comunidad inmigrante de la ciudad y con los defensores que trabajan incansablemente en su nombre.

En 2016, me uní a Abogadas De Inmigración como asistente legal. Allí, profundicé mi experiencia en la ley de inmigración y fui voluntaria en el centro de detención de Karnes, clínicas de ciudadanía y clínicas de TPS.

La facultad de derecho me llevó de vuelta a Nueva York, donde asistí a la Facultad de Derecho de la City University of New York. Mientras estaba allí, ayudé a organizar la capacitación de entrevistas de miedo creíble y dirigí viajes de voluntarios a centros de detención familiar en Pensilvania y Texas.
Después de obtener mi título de abogada en 2020, regresé a Austin permanentemente con mi esposo y nuestro perro, ansiosa por continuar mi trabajo en la ley de inmigración.

Hoy, como abogada en Abogadas De Inmigración, me enfoco principalmente en defensa de deportación y casos de visa humanitaria. Mi viaje en este campo ha sido moldeado por las personas que he conocido, los desafíos que han enfrentado, y su capacidad de recuperación. Es un honor estar a su lado y luchar por la justicia que merecen.